* Sobre textos del Prof. Dr. Hugo Córdova Quero y la Prof. Diana Rocco Tedesco
La Santa Espíritu sopla en la desobediencia
Santa Tecla salvada de las llamas por dos ángeles en la Predela del retablo mayor de la Catedral de Tarragona. Bajorrelieve en alabastro policromado obra de Pere Johan, 1426-1434 |
En la iglesia
temprana, el ministerio misionero y la predicación itinerante fueron
fundamentales para la difusión del mensaje de Jesús. Este ministerio misionero
desafiaba numerosos peligros e incomodidades, pero presentaba también la
posibilidad de hacer llegar recursos espirituales y doctrinales a las distintas
comunidades, generaba desarrollos teológicos, ya que llevar los dichos de Jesús
ante diferentes audiencias, contextos y circunstancias tenía como consecuencia
prácticas e interpretaciones diversas, perfiles interesantes que permitían a
las comunidades fortalecer su sentido de pertenencia e identidad y crear redes
de comunicación y apoyo ante el peligro de las persecuciones.
Este ministerio requería de una voluntad de desprendimiento y desarraigo para quienes lo asumieran. Su aparición en cada comunidad era perturbadora para las autoridades romanas y los sacerdotes del judaísmo que ponía en peligro sus vidas.
La Didaché,
menciona la predicación itinerante como una práctica frecuente en la cual la
hospitalidad hacia ellos era una virtud de la comunidad, reconoce su enseñanza
dentro del marco de la transmisión oral de los dichos de Jesús, de cuyo
conocimiento dependía en gran parte su legitimación, así como de su experiencia
de conversión y compromiso con la misión. Muchos/as predicadores itinerantes
habían sido discípulos de Jesús y otros/as se unieron al movimiento luego, su
capacidad de liderazgo era otro modo de brindar legitimidad a su ministerio: el
crecimiento del cristianismo estaba relacionado directamente con la capacidad
de ofrecer respuestas y solución a cuestiones espirituales, existenciales y
también prácticas que se planteaban en la comunidad.
Las predicadoras itinerantes contribuyeron a la difusión del mensaje cristiano y fueron reconocidas por su compromiso espiritual y su habilidad para la enseñanza y guía, estas mujeres viajaban difundiendo el mensaje cristiano de comunidad en comunidad, enfrentando las dificultades, aunque no todas viajaban solas ni todas eran soleteras.
Tecla de
Iconio (Hechos 13:51) es conocida por el antiguo documento del siglo II, que no
entró en los cánones, “Los Hechos de Pablo y Tecla” y narra su conversión al
cristianismo luego de haber escuchado la predicación de Pablo. Ante la
oposición familiar, se autobautizó, corto su cabello, se vistió de hombre,
abrazó la castidad y lo siguió hasta Mira, luego de rechazar a un prominente
pretendiente, que la reclamaba con insistencia. Comenzó así su ministerio
itinerante, designada por el mismo Pablo, lo que nos deja claro que no existía
dependencia alguna de rol o sujeción al género masculino.
La opción por la castidad en estos casos se trataba de una forma de reclamo de autonomía sobre su vida y sus cuerpos, una desobediencia al mandato de contraer matrimonio y ser madre, de facilitar a la familia de origen alianzas y prestigio. Se consideraba a las mujeres más débiles frente a sus necesidades, por lo tanto, debían quedar sujeta a la tutela masculina. Los Padres consideraron más tarde que, en la medida que la mujer dominara sus impulsos se asemejaba más a un varón, y asumía su condición Virtuosa (Vir, del latín = varón) es decir, adquiría la templanza y fuerza semejante a la de un varón.
La historia de
Tecla revela aspectos del cristianismo primitivo que disienten de manera
radical, con el oficial pos-constantinopolitano* haciéndonos conocer la
itinerancia femenina y el respaldo apostólico, la diversidad y autonomía de las
mujeres y su rol significativo en la difusión de la fe.
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* Concilio de Nicea 325 E.C. Fue el concilio ecuménico en el que Constantino busca estandarizar el cristianismo, el objetivo principal de este primer concilio parece ser establecer la condición divina de Cristo, disipando los rastros de la enseñanza de Arrio y sus seguidores.
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