* Sobre textos del Prof. Dr. Hugo Córdova Quero y la Prof. Diana Rocco Tedesco
La Santa
Espíritu sopla en las luchas y convicciones de las mujeres.
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Santas Perpetua y Felicitas
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Los
ministerios de la Iglesia Antigua reconocían Misioneros, Apóstoles, Ancianos,
Profetas, Pastores, Presbíteros, Diáconos, Obispos, Evangelistas, según las
diferentes funciones, carismas y servicios que cumplían en la Comunidad.
Utilizo el
masculino en la descripción de las funciones, porque el género en el que se
describían los ministerios, cuando le lenguaje lo permitía, también reforzaba
la idea de que, en el caso de mujeres, no se expresaba la relación o un vínculo
conyugal o familiar con un varón importante y si este vínculo familiar existía,
se la nombraba especialmente con el propósito de hacer extensiva la misión a
toda “una casa”, es decir, servían a la/las comunidades cristianas como equipo
o identidad familiar. (Hanks 2012) Es importante tener en cuenta todos estos
datos y detalles dado que las Iglesias se reunían en casas de familia, en las
que el vínculo familiar y los roles en la comunidad podían ser fácilmente
confundidos.
En todos estos
ministerios se advierte la presencia de mujeres. La impronta, ya sea simbólica
o histórica de las mismas las hallamos en las Escrituras y en otros documentos
antiguos de diversas maneras, especialmente en el Evangelio de Lucas - Hechos
de reconocida influencia paulina y en las Epístolas del Apóstol: No es casual,
según lo que hemos expresado en la primera entrada.
En los textos
se las nombra: (Córdova Quero 2024)
Elizabet, Madre de Juan el Bautista (Lucas 1.5-80).
María, Madre de Jesús (Lucas 1.26-56, 2.1-52).
Ana, Profetisa que habla sobre Jesús en el templo (Lucas
2.36-38).
Marta, Hermana de María y Lázaro (Lucas 10.38-42).
María, Hermana de Marta y Lázaro (Lucas 10.38-42).
María Magdalena, Mujer de la que Jesús expulsó siete
demonios (Lucas 8.2; Lucas 24.10).
Juana, Esposa de Cusa, administrador de Herodes (Lucas
8.3; Lucas 24.10).
Susana, Mujer que apoyaba el ministerio de Jesús (Lucas
8.3).
Mujeres que lloraban por Jesús en el camino al Calvario
(Lucas 23.27-31)
María, la madre de Juan Marcos Su casa es un lugar de
reunión para los discípulos (Hechos 12.12).
Tabita, (Dorcas) Mujer discípula en Jope, conocida por
sus buenas obras y caridad (Hechos 9.36-42).
Lidia, Comerciante de púrpura en Filipos que acoge a
Pablo y sus compañeros (Hechos 16.14-15).
Damaris, Mujer ateniense que se convierte al cristianismo
(Hechos 17.34).
Priscila, Colaboradora de Pablo junto a su esposo Aquila
(Hechos 18.2-3,18, 26).
Felice, Esposa de Félix que escucha a Pablo (Hechos
24.24).
Hijas de Felipe, Cuatro hijas vírgenes que profetizaban
(Hechos 21.8-9).
Febe, Diaconisa de la iglesia en Cencreas (Romanos 16.1-2).
Priscila, (o Prisca) Colaboradora en la obra del
evangelio junto a su esposo Aquila (Romanos 16.3; 2 Timoteo 4.19).
María, Trabajadora en la iglesia de Roma (Romanos 16.6).
Junia, Destacada entre los apóstoles junto a Andrónico (Romanos
16.7).
Trifena y Trifosa, Mujeres que trabajan en el Señor (Riomanos
16.12).
Pérsida, Mujer que ha trabajado mucho en el Señor (Romanos
16.12).
Rufus y su madre La madre de Rufus es mencionada como alguien
que ha sido madre también para Pablo (Romanos 16.13).
Julia, Saludada en la iglesia de Roma (Romanos 16.15).
Hermana de Nereo, Saludada en la iglesia de Roma (Romanos
16.15).
Evodia y Síntique, Mujeres que trabajaron con Pablo en la
obra del evangelio (Filipenses 4.2-3).
Lidia Comerciante de púrpura en Filipos que acoge a Pablo
y sus compañeros (Hechos 16.14-15).
Loida, Abuela de Timoteo (2 Timoteo 1.5).
Eunice, Madre de Timoteo (2 Timoteo 1.5).
Una presencia abrumadora de mujeres para quienes declaran
su inexistencia o niegan el acceso a algunos de los ministerios en la
actualidad, o las consideran emergentes de “nuevas realidades” sociales o
ideológicas.
Febe es nombrada en Romanos 16, como “una hermana” expresando
un reconocimiento de igualdad en el ministerio por parte de Pablo y con un
importante rol en la Iglesias de Cencreas, ciudad portuaria de Corinto,
probablemente a cargo de la comunidad. Pablo la encomienda a las comunidades de
Roma y pide sea recibida con toda dignidad expresando su confianza, ya que ella
ha sido sostén de numerosas personas, incluido él mismo. Ella es la portadora
de la Epístola paulina. Quienes entregaban una carta no solo la hacían llegar a
destino, sino que tenían también la tarea de presentarla, comentar y explicar
su contenido a la comunidad aportando datos accesorios que seguramente
despertarían interés y empatía en sus destinatarios.
Las mujeres en la Iglesia Antigua también enfrentaron las
persecuciones y el martirio, expresando convicción y testimonio de una profunda
devoción y coraje que fue vista como resultado de una gran fortaleza espiritual
sufriendo flagelaciones, torturas, golpes y mutilaciones, quemaduras y todo
tipo de métodos crueles diseñados para hacerlas renunciar a su fe y reconocer a
las divinidades del Imperio Romano. Todo esto formaba parte de una metodología
que no solo proponía un castigo sino una forma de intimidar al pueblo y
humillar a los cristianos a través de las ejecuciones públicas, pero que
también fueron oportunidad para que las y los mártires expresaran su testimonio
de fe hasta las últimas consecuencias.
Muchas mujeres mártires han sido canonizadas, su
testimonio fue guardado y sus nombres e historias son celebrados por las
Iglesias cristianas aún hoy, porque impactaron profundamente en la fe de las
comunidades y de sus pueblos.
La festividad de las Santas Perpetua y Felicitas es
celebrada cada 7 de marzo, fecha en la que fueron ejecutadas juntas, en el año
203 E.C. un día antes del Día Internacional de la Mujer, instituido por
Naciones Unidas en 1977 el 8 de marzo, con el fin es reivindicar el trabajo por
los derechos de las mujeres y su participación en todos los ámbitos con el
objetivo de su emancipación, la referencia de estas luchas data del 25 de marzo
de 1911, cuando se produjo la muerte de 123 trabajadoras y 23 trabajadores que
protestaban por sus derechos, en el incendio intensional de la fábrica CottonTriangle
Shirtwaist en Nueva York. Este acontecimiento macabro impulsó un cambio radical
en materia de legislación laboral en su país y fue un impulso clave en la lucha
por mejores condiciones de trabajo y puso en evidencia la potencia de los
reclamos feministas, desde las luchas por el voto de las mujeres hasta la
libertad para disponer de su cuerpo.
La Santa Ruaj sigue soplando en las convicciones de las mujeres, a
través de las experiencias de martirio y sus historias de amor y devoción.
Perpetua era una mujer joven noble de Cartago, de familia
acomodada y alta posición social. Fue arrestada durante la persecución del
Emperador Séptimo Severo.
Perpetua se mantuvo firme en la fe a pesar de todas las
presiones a pesar de la prisión y las torturas y que, debió dejar a su hijo
pequeño al cuidado del padre. La descripción de su martirio, el “Passio
Perpetuae et Felicitatis” fue escrito en parte por ella e incluye una visión
profética en la que Dios, la traviste como un gladiador romano.
Felicitas fue una mujer del siglo III, madre de varios
hijos y de una vida consagrada, de firmeza en la fe, reconocida por su
comunidad en Cártago. Fue arrestada y ejecutada junto con Perpetua.
El testimonio de Perpetua y Felicitas es de inspiración para la devoción de la población queer, por su entrega amorosa de mutualidad ante el martirio. No podemos visualizar las relaciones amorosas entre mujeres en el siglo III con las mismas lógicas de la actualidad, pero sí nos es permitido afirmar desde las costumbres y normas sociales, así como los registros de la época, la idea de una relación afectiva y sexual entre ellas. El historiador estadounidense John Boswell las menciona en su libro "Las Bodas de la Semejanza" (Ed.. Muchnik, 1996) junto a otras parejas como un ejemplo de uniones amorosas entre personas del miemo sexo en la iglesia primitiva.