Concebir la Esperanza - Adviento

 

Mensaje para el domingo 8 de diciembre - sobre Lucas 1:26-38

Explorar las ideas, teologías e imágenes de María y de las mujeres en la tradición judeocristiana, además de alejarnos un poco de la centralidad del varón, nos permite derribar mitos que afirman el cis-heteropatriarcado desde el corazón mismo de nuestra fe y liberarnos para hacer una iglesia mejor y concebir esperanza para el mundo.

1 La genealogía por línea paterna: El ser del patriarcado.

A diferencia de Lucas, que menciona solamente el antecedente de varones, en la genealogía de Mateo figuran 5 mujeres entre muchísimos hombres. En la tradición hebrea, efectivamente la costumbre era nombrar a los varones, no a las mujeres. Aún hoy en día cuando se ora por alguien se menciona hijo de … y se da el nombre de su padre.

Mateo nombra a Tamar, que concibe de su suegro disfrazada de trabajadora sexual, Rajab, a la trabajadora sexual de Jericó, que ayudó a los espías israelitas, a Ruth, la moabita que se casó con Booz para dar a su amada Noemí casa y descendencia y a Betsabé, la adultera madre del rey Salomón… así que, señores fundamentalistas verán que su moralina no tiene asidero bíblico.

Se puede decir que en la historia de la Salvación se reivindica no solo a las mujeres, sino a aquellas que desobedecieron los mandatos del patriarcado, que hicieron aquello que “no se debe” “lo indecente” y son las humildes del Señor, no por sumisas, sino porque los poderosos oprimen y humillan, a diferencia de los y las humildes que humanizan y dignifican.

Podríamos decir que Dios mismo, al incorporar a estas mujeres en la historia de la Salvación, se rebela contra el patriarcado en tanto sistema humano de sometimiento, cuyas prácticas reales o simbólicas de dominación tienen como único objetivo perpetuar los privilegios del varón y la clase.

2 La Virginidad Perpetua: La búsqueda obsesiva de restablecer los ideales de pureza sexual.

Observamos que, en casi todas las tradiciones cristianas, las concepciones teológicas y la creación de imágenes, tienden a negarle a María condición de mujer, humana, sexuada, esposa de José y madre de otros hijos e hijas posteriores a Jesús fruto de su matrimonio, como podría esperarse de una familia de la época y cultura. Sin embargo, hallamos en los Evangelios canónicos muchos datos que contrarían estas ideas:

Mc 3:31-15 menciona específicamente que la Madre y los hermanos van a buscar a Jesús, quien se niega a ir con ellos ya que su madre y sus hermanos son aquellos “que hacen la voluntad de Dios”. (Cf. Mt 12:47-50 y Lc 8:19-21). En Mc. 6:3, la muchedumbre, que lo escucha, se pregunta sorprendida, “pero ¿no es este el carpintero, hijo de María, hermano de Santiago, de José, de Judas y Simón”? (Cf. Mt 13:55-56 y la omisión de la madre y los hermanos en Lc. 4:22, donde solo se menciona “el hijo de José”) En el Evangelio de Juan, Jesús fue a Cafarnaum con su madre, sus hermanos y sus discípulos. (Jn 2:12) Y durante la fiesta de los Tabernáculos, Jesús es increpado por sus hermanos (Juan 7:3-10)

Hechos 1:14 dice que los apóstoles “perseveraban unánimes en oración junto con las mujeres, con María, la madre de Jesús y sus hermanos”

En 1Co 9:5, Pablo habla de “los hermanos del Señor” y en Gálatas 1:19 también nombra a Santiago, “el hermano del Señor”

La interpretación más aceptada, entre los Padres en los primeros siglos, ha sido que luego del nacimiento de Jesús, concebido por obra de la Santa Espíritu, tal como dice la Escritura, José y María concibieron otros hijos e hijas a través de la relación conyugal.

Esta posición fue defendida por Tertuliano en el Siglo II aunque luego, fue refutada por San Jerónimo en el Siglo V en defensa de la virginidad post parto de María. La posición de Lutero y los demás reformadores asumió este pensamiento sobre la virginidad perpetua de María, que Jesús fue su único hijo y en su mayoría adhirieron a la idea de que aquellos que figuran en la Biblia como hermanos de Jesús, eran en realidad sus primos.

Solo si relativizamos, como una imposición patriarcal, el dogma de la virginidad perpetua (Const. Dogmática Lumen Gentium, 55 - Concilio Vaticano II) entendiéndolo como un esfuerzo obsesivo por restablecer y reforzar los ideales de pureza sexual, la historia de María recupera su coherencia y podremos ver en el relato de la Concepción una historia de desafío al cis-heteropatriarcado y resistencia a los mandatos de género.

Es Dios mismo el que se rebela contra el sistema de dominación patriarcal establecido por los hombres, al dignificar y reconocer el rol de las mujeres que generan las condiciones de su proyecto de salvación, excluyendo a todo varón de la cuestión.

3 María y la Santa Espíritu: dos personas femeninas.

Según el dogma entonces, María concibe a Jesús por intervención de la Santa Espíritu, Ya sea que siga siento virgen o no, que fuera o no virgen antes, la cuestión es que Dios elige para nacer en el mundo, una relación entre dos personas femeninas: La Santa Espíritu, la Ruaj Santa, Pneuma en griego, la tercera hipóstais (persona) junto con el Padre-Madre, el Hijo en la concepción trinitaria de la Divinidad.

Es femenina en las lenguas madres, en hebreo y en griego. La traducción al castellano dio “Espiritu” aunque no sea la más acertada forma de llamarla: brisa sería más adecuada… Claro hay muchos nombres para esta persona de lo divino: Gloria, Sabiduría, por ejemplo. Sin embargo, nos pusieron Espíritu y nosotres le reasignamos su género cuando decimos en esta iglesia ICM, Santa Espíritu.

Jesús entonces, bajo todo punto de vista nació de la unión entre dos mujeres: María y la Santa Espíritu. Dios elige otra vez, revelarse al margen de las instituciones patriarcales de la época. Y nos insiste en examinar esta cuestión: Fíjense que Jesús desciende de David solo en lo legal, porque José queda excluido de su concepción, algo similar sucede con Elizabeth o Isabel, la prima de María, que menciona el relato de hoy, ella es demasiado mayor para concebir. Ahora será la madre de Juan el Bautista, dignificada por Dios y puesta en marcha hacia el proyecto de salvación, pero cuando Zacarías el esposo, sacerdote del templo, descree del anuncio, queda enmudecido. Dios le quita la palabra, toda autoridad e intervención.

Como entonará María en el maravilloso Magnificat, “Derribará a los poderosos y elevará a los humildes” esto ha de cumplirse en todos los niveles; Allí donde las mujeres y diversidades no pueden predicar la palabra de Dios ni celebrar sus sacramentos no se está cumpliendo su voluntad, sino sosteniendo un sistema injusto, patriarcal contrario a Jesús y el proyecto salvífico de Dios.

Quienes luchan por una iglesia abierta, inclusiva y diversa están sosteniendo la esperanza de ser una iglesia mejor en un mundo mejor, tal como Dios quiere.

4 María, la humanidad sufriente, la tierra, el territorio, las guerras y los sistemas de dominación humana.

María no es un ser pasivo e indiferente, el Rev. Roberto González decía que nos muestran a una María sin cuerpo, con las manos atadas, con cara de tonta mirando para arriba, todo lo contrario: María pregunta al Ángel del Señor, lo interpela, se interesa en aquello que sucederá, duda y repregunta y únicamente enterada y consciente, sabiendo de qué se trata decide, no es madre porque lo mandó Dios, ni porque vino, no es exigida por la Divinidad ni obligada, ella decide, tal como exigen las mujeres poder elegir sobre su cuerpo, su maternidad y su goce. Comparte el proyecto divino a través de su cuerpo, decide ser la madre del salvador con todo lo que implica en materia de sufrimiento, contradicciones y pérdida.

Hoy vivimos en medio del dolor, la guerra, la persecución, el acoso, el avance del fascismo en el mundo, todo esto, fruto del afán de dominación de los poderosos, de las políticas de dominación colonial de los países centrales, sus bloqueos e injusticias. El sostén del patriarcado y de los fundamentalismos, le resulta esencial para sus objetivos, solo ellos importan…

El cuerpo de María será territorio permanente del encuentro entre la Gracia Divina y la desgracia humana, del mismo modo que en el cuerpo de las mujeres y diversidades que desafían el cis-heteropatriarcado, que se interesan en todo lo que sucede y les sucede, que deciden participar y resistir convertirse en objeto de consumo o mandato de una divinidad caprichosa, ni bien de uso y descarte sexual o procreativo, sino partícipes conscientes del proyecto de vida y salvación de sí mismes y de sus comunidades.

Allí, en esos cuerpos se continúa manifestando la maravillosa Gracia de Dios que anuncia la Gran Esperanza para todes.

5 ¡Embarazarnos de Esperanza!

Hoy les invito a concebir esperanza, a embarazarnos de Esperanza, como María, no de una manera ingenua o desvinculada de la realidad, ni tampoco como esperanza individualista y solitaria, sino como iniciativa colectiva y generadora de vida, para dar al mundo una alternativa a esos sistemas de dominación, de resistencia a la opresión, iglesia que busca liberarse de los mandatos patriarcales y dar el si, ser partícipes del proyecto de Dios en Jesucristo, creando una comunidad de fe y esperanza.

Así sea,

Pastor Norberto D'Amico


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